viernes, 13 de enero de 2017

Por solidaridad ¡No al CETA!

El partido SAIn de Valladolid participa en la Plataforma contra los Tratados Internacionales de  Comercio y en los actos de la semana (ver al final) en contra de la ratificación del CETA por la UE.
El CETA (Tratado de Libre comercio entre Canadá y la UE) al igual que el previsto con EEUU (TTIP) lejos de ser una iniciativa para resolver los verdaderos problemas de  nuestra sociedad (paro y precariedad, creciente desigualdad, déficit democrático, etc…),  afecta negativamente y de forma directa a alguna de las bases de nuestros sistema jurídico, socioeconómico, en los derechos fundamentales e incluso a la propia democracia.
Destrucción del modelo socioeconómico europeo
Los tratados de libre comercio (TLC) persiguen el blindaje de las condiciones de acceso de las grandes compañías multinacionales a los mercados y servicios de los países que los suscriben, en perjuicio de las pequeñas y medianas empresas, que suponen más del 90% del tejido empresarial  y del empleo en la UE (21 M de pymes y 90 M de empleos), y por tanto provocando más paro, precariedad, pobreza y desigualdad. De hecho, lejos del optimismo de otros, la Comisión de Empleo del Parlamento Europeo  cifra una pérdida de 200.000 empleos en la UE.
En el ámbito de los servicios sociales, también se permite e incluso promueve, una liberalización de los servicios públicos, como la sanidad, la educación, más desregulación financiera, etc… En este caso se abre la puerta a la privatización de todos estos servicios o a forzarles a competir con iniciativas empresariales privadas, que exigirían el mismo trato fiscal y de ayudas. Pej un hospital privado podría implantarse en España sin ninguna cortapisa y exigiendo las mismas ayudas que uno público. Otro ejemplo sería la privatización de las pensiones, en detrimento del sistema público.
Todas estas inversiones quedarían respaldadas por la imposición de un tribunal de arbitraje privado, externo a nuestro sistema jurídico, que en caso de litigio sobre inversiones, podría decidir contra los estados e incluso sancionarles. Pongamos otro ejemplo: la reciente decisión de la subida del SMI en nuestro país podría ser denunciada ante este tribunal por cualquier compañía canadiense que viera perjudicada su previsión de beneficios  por esta subida (esto  sucedió realmente en Egipto hace pocos años).
Ataque a la democracia
Según lo expuesto, la labor legislativa y de prestación de servicios municipales o estatales quedarían seriamente amenazados, dado que cualquier empresa podría exigir ante estos tribunales el “derecho” a invertir como y donde quisiera.
La firma de estos TLC y de sus tribunales, supone así el debilitamiento de nuestro sistema político y democrático que quedaría expuesto,  aún más, a los grandes poderes económicos y financieros y haciendo agua de borrajas lo que los ciudadanos decidan en las urnas.
Tan es así que los siete años de negociación se han realizado a espaldas de la ciudadanía (pero no de los lobbys que han sido largamente consultados). Incluso se pretende que no pasen el trámite de información, discusión y aprobación por los parlamentos nacionales.
Es un ataque en toda regla a la soberanía  nacional, al protagonismo y la autogestión de los ciudadanos. Vaya otro ejemplo real por delante: nuestra “intocable” Constitución se reformó a espaldas del pueblo, en el verano de 2012, por los dos grandes partidos, para dejar claro que el Estado debe pagar primero a los acreedores (banca,, etc…)antes que atender sus necesidades básicas.
Derechos
Los TLC siempre conllevan una reducción de las normativas que protegen los derechos de las personas, ya sea en materia laboral, asistencia social (prestaciones, pensiones,…), seguridad de los alimentos, medioambiente, regulación financiera, etc.
Pero no sólo perjudicará de fronteras adentro, puesto que estos tratados refuerzan sus fronteras exteriores, dificultando el acceso a los bienes y servicios de terceros y especialmente de los países más pobres. Es una globalización a la carta, que terminarán pagando los más vulnerables de dentro y de fuera de la UE. Y ello genera una  insolidaridad que conduce a más problemas geopolíticos, explotación de mano de obra en países pobres, hambre, destrucción medioambiental, guerras por los recursos, migraciones forzosas, muerte en las fronteras europeas…
Pobreza y desigualdad
Si hay más paro y precariedad, si hay menos democracia y menos servicios sociales, si se verá dañado el medioambiente,…la protección de los más débiles de nuestra sociedad irá en aumento. Igual que el crecimiento de las grandes empresas y sus beneficios.
Todo ello conllevará más desigualdad dentro y fuera de nuestras fronteras, agravando los ya de por sí dramáticos problemas actuales.
Las soluciones pasan por la Solidaridad, la Autogestión y un verdadero Internacionalismo. Por tanto si estos tratados como el CETA no vienen para aportar soluciones a los problemas existentes y parece que pueden agravarlos, es mejor que no salgan adelante.
¡NO AL CETA! ¡NO AL TTP! ¡NO a los TLC!
Actos previstos en Valladolid:
-         Martes 17 a las 19:30 h, Conferencia de Tom Kucharz: Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid.
-         Jueves 19 de 18 a 19 h. Mesas informativas repartidas por el centro de la ciudad
-         Sábado 21 a las 12:30 -13:30. Día europeo de acciones contra el CETA. Concentración en Plaza Fuente Dorada.
-         Más información en http://noalttipvalladolid.blogspot.com.es

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