lunes, 24 de diciembre de 2012

MAXIMILIANO KOLBE VIVE EN VALLADOLID

Una empresa de nuestra ciudad. Hace unos días. El jefe junta a sus diez empleados.

Les dice que va a despedir a unos cuantos.

Una mujer soltera se ofrece a ser despedida en vez de algún compañero o compañera con hijos.

De hecho es la primera en ser despedida.

Gestos así pasan hoy. Aquí.

Y luego hay quien dice que todo el mundo va a lo suyo, que nadie se preocupa por los demás, que esto es el "sálvese quien pueda"... Pues no.

Amiga: quien seas, donde estés, si lees esto... Feliz Navidad.

Diego Velicia




2 comentarios:

  1. Claro que hay muchos más ejemplos de estas heroicidades cotidiandas, lo que sucede es que ni se conocen ni interesa mucho difundirlas. AL CONTRARIO SE AFANAN EN CONTAGIAR EL CONFORMISMO E INDIVICUALISMO, por que saben que la solidaridad puede dar al traste con este sistema inhumano.

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  2. Gracias, Carlos.
    Precisamente por eso tratamos de que dejen de ocultarse estas historias, que sepamos que es posible la solidaridad, que es posible ser personas y que es necesario que no nos conformemos con menos de eso.

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