viernes, 22 de mayo de 2015

Cerramos una campaña y abrimos otra.

El Partido SAIn ha realizado esta tarde su acto de cierre de campaña en la Plaza de España. Recogemos parte de la intervención final del candidato a la alcaldía de Valladolid, Diego Velicia.

"Cerramos una campaña y abrimos otra. La campaña que cerramos hoy es la que nos manda la legislación electoral. La de los quince días de pedir el voto a nuestros paisanos. La de los carteles, octavillas, coches de megafonía… A partir de esta noche hacemos un alto en esta campaña obligados por la legislación.

Pero la vida no hace altos. La desigualdad creciente entre ricos y pobres no hace altos. El empobrecimiento en nuestra sociedad no cesa. La realidad de los emigrantes muriendo en el mar no termina. No para la explotación de los trabajadores. No deja de producirse la venta y el  negocio con productos hechos por niños esclavos.

Pero nosotros tenemos que terminar esta campaña electoral, en la que se han oído las voces de aquellos cuya explotación no se detiene. Para que oyendo esas voces, la política municipal y autonómica sea completamente diferente. Porque un cambio es necesario, es verdad. Todos los partidos que no gobernamos creemos que es necesario un cambio. La cuestión es cuál es la fuerza motriz de ese cambio: o la clase media que defienden la mayoría de partidos, o los empobrecidos de la tierra, de los que cada vez más conocemos su vida y su explotación, pero también sus luchas y esperanzas.

No sólo es necesario un cambio, sino que es necesario que el cambio sea a una mayor solidaridad, a una mayor autogestión.
En esa dirección ha ido la campaña que hemos hecho, las propuestas, el trabajo que el partido SAIn ha realizado.

Un trabajo que se ha visto marcado en su inicio por la muerte de uno de los miembros de nuestra candidatura, Miguel Velicia, pocos días antes de que arrancara la campaña. Miguel no quiso quedarse en casa ante la situación política actual y colaboró con su presencia en las listas, en esta tarea que quiere desarrollar el SAIn. Él nos  ha acompañado también en esta campaña.

Os decía que cerramos una campaña y abrimos otra. Otra campaña, no para pedir el voto, pero sí para conseguir los mismos objetivos: solidaridad, autogestión, internacionalismo.

Porque mientras no cese la explotación planificada, la injusticia estructurada y el egoísmo convertido en negocio legal, continuará la campaña del Partido SAIn.

Pero entre el cierre de esta campaña y el inicio de la siguiente está el día de las elecciones. Hasta hoy hemos tenido unos medios, unos instrumentos para ejercer la solidaridad en política: carteles, octavillas, propuestas, notas de prensa…

Desde el lunes utilizaremos otros medios. Pero el domingo tenemos un medio: nuestro voto. Y el domingo podemos utilizar ese medio que es nuestro voto, para votar contra los que no soporto, para echar a los que llevan equis años en el poder, o para evitar que vengan aquellos a quienes aborrezco (llámense como se llamen) o para votar al servicio de los últimos. El partido SAIn no ha querido formar parte de ningún frente “antinadie” porque ha querido que su meta no sea desalojar, impedir, conseguir, sino servir.

El voto no es lo más importante. Pero es importante. Y es importante porque con nuestro voto (o con nuestro no voto) se deciden cosas que no sólo nos afectan a nosotros (y estaríamos locos si no quisiéramos protagonizar las decisiones que nos afectan), sino también se deciden cosas que afectan a los últimos (y no tendríamos corazón si no quisiéramos que esas decisiones fuesen principalmente al servicio de los últimos)

Por eso, queremos que el voto al SAIn crezca, porque cada voto al SAIn que se suma a las urnas, es un empujón, un respaldo. No a nosotros, militantes y simpatizantes del partido SAIn, que no somos mejores que los demás (sean del partido que sean). Ni este candidato es más alto ni más guapo que nadie. No somos mejores, no. Simplemente queremos cosas diferentes al resto de partidos, al resto de candidatos. Queremos un mundo nuevo. Y dentro de ese mundo nuevo, tienen mucho sentido un ayuntamiento nuevo, donde lo primero sea la solidaridad y el resto venga después.

Por eso cada voto al SAIn es un empujón, un respaldo a la tarea de emancipación de los empobrecidos de la tierra, que merece la pena hacer y por la que merece la pena trabajar. Sabemos que los empobrecidos del mundo hoy luchan: en América, en África, en Asia, también en Europa. Que quieren sacudirse el yugo de la esclavitud, de la explotación. El domingo tenemos una herramienta para contribuir a esa lucha: nuestro voto. Utilicémosla.  Y el lunes continuemos el trabajo"

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