Así justificó el alcalde de Valladolid, León de la Riva, el sobre coste que van a suponer tres de las obras que ahora mismo se están realzando en la ciudad de Valladolid.
"Lamentablemente, es algo habitual" dijo. Habitual.
Que el túnel de la avenida de Salamanca (adjudicado en 9,2 millones de euros) se haya encarecido un 13% más (1,19 millones) de lo presupuestado. "Habitual".
Que el puente de la Rondilla (adjudicado en 12,3 millones) se haya encarecido un 20% más (2,33 millones). "Habitual".
Que la plaza del Milenio (12,6 millones) vaya a salir a los vallisoletanos por un 9% más(1,14 millones). "Habitual".
Es posible que el alcalde tenga razón y que los modificados y sobrecostes se hayan convertido en un hábito. Un hábito propio de malos gobernantes, a los que sólo se les ocurre, después de gastarse 5 millones de euros más de los presupuestados en tres obras, decir que es algo habitual. Un mal hábito de nuestros gobernantes sufragado por los ciudadanos con sus impuestos.
Lamentablemente es verdad que es habitual. Que el alcalde de Valladolid no defienda a sus ciudadanos se ha convertido en algo habitual.