JOSÉ LUIS MARTÍN FERNÁNDEZ
Soy un desempleado de 55 años, con 40 cotizados, que busca empleo. En el último mes he recibido dos ofertas que me exigen la tarjeta profesional y el curso básico de prevención de riesgos laborales del sector del metal
En vista de la necesidad de la tarjeta me dispongo a averiguar dónde y cómo obtenerla.
En primer lugar llamé a la Dirección General de Trabajo, de allí me derivaron al Salud Laboral, donde me mandan a la Fundación Laboral de la Construcción, donde me dicen que debo dirigirme a un sindicato y me facilitan el teléfono de la UGT.
Llamo, cuento mi situación y la solución que me dan es afiliarme con lo que comenzaría el curso el 14 de febrero. Digo que estoy parado y no puedo pagar una cuota por afiliación en estos momentos, a lo que me contesta que los afiliados no pueden subvencionar la formación de los parados. Le pregunto si los cursos no están subvencionados por el Estado, ya que el Estado somos todos parados y no parados, a lo que me contesta «esto es lo que hay». Le digo que me afilio y me exige pagar tres meses por adelantado; le digo que cómo tienen tanta cara y me da la opción de apuntarme al curso como no afiliado y a lo mejor el año que viene me llaman. Le digo que si es así como ayudan a los parados, no tienen vergüenza y me colgó el teléfono.
Saquen ustedes sus conclusiones: ¿Dónde está el dinero de los impuestos de todos los españoles (parados y no parados) que el Gobierno regala a sindicatos, fundaciones, asociaciones... con el fin de promocionar el empleo y ayudar a los desempleados?
Fuente: Norte de Castilla 17/02/2011
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