El CETA (Tratado de Libre comercio entre Canadá y la UE) al
igual que el previsto con EEUU (TTIP) lejos de ser una iniciativa para resolver
los verdaderos problemas de nuestra
sociedad (paro y precariedad, creciente desigualdad, déficit democrático,
etc…), afecta negativamente y de forma
directa a alguna de las bases de nuestros sistema jurídico, socioeconómico, en
los derechos fundamentales e incluso a la propia democracia.
Destrucción del modelo socioeconómico
europeo
Los tratados de libre comercio (TLC) persiguen el blindaje
de las condiciones de acceso de las
grandes compañías multinacionales a los mercados y servicios de los países
que los suscriben, en perjuicio de las pequeñas y medianas empresas, que
suponen más del 90% del tejido empresarial
y del empleo en la UE (21 M de pymes y 90 M de empleos), y por tanto
provocando más paro, precariedad, pobreza y desigualdad. De hecho, lejos del
optimismo de otros, la Comisión de Empleo del Parlamento Europeo cifra una pérdida de 200.000 empleos en la
UE.
En el ámbito de los servicios sociales, también se permite e
incluso promueve, una liberalización de
los servicios públicos, como la sanidad, la educación, más desregulación
financiera, etc… En este caso se abre la puerta a la privatización de todos
estos servicios o a forzarles a competir con iniciativas empresariales
privadas, que exigirían el mismo trato fiscal y de ayudas. Pej un hospital
privado podría implantarse en España sin ninguna cortapisa y exigiendo las
mismas ayudas que uno público. Otro ejemplo sería la privatización de las pensiones,
en detrimento del sistema público.
Todas estas inversiones quedarían respaldadas por la
imposición de un tribunal de arbitraje
privado, externo a nuestro sistema jurídico, que en caso de litigio sobre
inversiones, podría decidir contra los estados e incluso sancionarles. Pongamos
otro ejemplo: la reciente decisión de la subida del SMI en nuestro país podría
ser denunciada ante este tribunal por cualquier compañía canadiense que viera
perjudicada su previsión de beneficios
por esta subida (esto sucedió
realmente en Egipto hace pocos años).
Ataque a la
democracia
Según lo expuesto, la labor legislativa y de prestación de
servicios municipales o estatales quedarían seriamente amenazados, dado que
cualquier empresa podría exigir ante estos tribunales el “derecho” a invertir
como y donde quisiera.
La firma de estos TLC y de sus tribunales, supone así el
debilitamiento de nuestro sistema político y democrático que quedaría expuesto, aún más, a los grandes poderes económicos y
financieros y haciendo agua de borrajas
lo que los ciudadanos decidan en las urnas.
Tan es así que los siete años de negociación se han
realizado a espaldas de la ciudadanía
(pero no de los lobbys que han sido largamente consultados). Incluso se
pretende que no pasen el trámite de información, discusión y aprobación por los
parlamentos nacionales.
Es un ataque en toda
regla a la soberanía nacional, al
protagonismo y la autogestión de los ciudadanos. Vaya otro ejemplo real por
delante: nuestra “intocable” Constitución se reformó a espaldas del pueblo, en
el verano de 2012, por los dos grandes partidos, para dejar claro que el Estado
debe pagar primero a los acreedores (banca,, etc…)antes que atender sus
necesidades básicas.
Derechos
Los TLC siempre conllevan una reducción de las normativas que
protegen los derechos de las personas, ya sea en materia laboral,
asistencia social (prestaciones, pensiones,…), seguridad de los alimentos, medioambiente,
regulación financiera, etc.
Pero no sólo perjudicará de fronteras adentro, puesto que
estos tratados refuerzan sus fronteras exteriores, dificultando el acceso a los bienes y servicios de terceros y
especialmente de los países más pobres. Es una globalización a la carta,
que terminarán pagando los más vulnerables de dentro y de fuera de la UE. Y
ello genera una insolidaridad que conduce a más problemas geopolíticos, explotación
de mano de obra en países pobres, hambre, destrucción medioambiental, guerras
por los recursos, migraciones forzosas, muerte en las fronteras europeas…
Pobreza y desigualdad
Si hay más paro y precariedad, si hay menos democracia y
menos servicios sociales, si se verá dañado el medioambiente,…la protección de los más débiles de nuestra
sociedad irá en aumento. Igual que el crecimiento de las grandes empresas y sus
beneficios.
Todo ello conllevará más desigualdad dentro y fuera de nuestras fronteras, agravando los ya de
por sí dramáticos problemas actuales.
Las soluciones pasan
por la Solidaridad, la Autogestión y un verdadero Internacionalismo. Por
tanto si estos tratados como el CETA no vienen para aportar soluciones a los
problemas existentes y parece que pueden agravarlos, es mejor que no salgan
adelante.
¡NO AL CETA! ¡NO AL
TTP! ¡NO a los TLC!
Actos previstos en Valladolid:
-
Martes 17 a las 19:30 h, Conferencia de Tom
Kucharz: Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de
Valladolid.
-
Jueves 19 de 18 a 19 h. Mesas informativas
repartidas por el centro de la ciudad
-
Sábado 21 a las 12:30 -13:30. Día europeo de
acciones contra el CETA. Concentración en Plaza Fuente Dorada.
-
Más información en http://noalttipvalladolid.blogspot.com.es
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