El kilo de sandía cultivada en Alicante es pagada al productor a 0'08 euros el kilo, mientras que en Valladolid el comprador paga 0'79 euros el kilo. Es decir, el kilo de sandía incrementa su precio un 988%, casi un 1.000% de origen a destino. ¿Incrementa o le incrementan? ¿Quién se lleva los beneficios de un incremento tan salvaje? No el productor, desde luego.
Señores del gobierno... esperamos su respuesta.
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