martes, 7 de enero de 2014

Desleales

Por su interés reproducimos el artículo de Cecilio Lera, alcalde socialista de Castroverde de Campos (Zamora) publicado el lunes 30 de diciembre de 2013 en El Norte de Castilla.

 Me llaman desleal. No lo sabía, pero me dicen algunos amigos, que militantes del PSOE (de esos que han puesto la tienda de campaña en las sedes del partido, los que han decidido vivir de«eso»), me acusan de deslealtad con el Partido Socialista. ¿Por qué? Porque si les critico a ellos y a sus mamoneos, hago daño al Partido Socialista, me dicen que dicen. O, dicho de otra forma, como ellos son El Partido, si se les critica a ellos, se ofende al PSOE. Algunos dicen, incluso, eso de que los trapos sucios se lavan en casa», como en las familias, que de eso se trata, de la familia, pero en el mal sentido, que tiene el mismo significado que el que le dan en algunas zonas mafiosas de Italia. Éstos, tan encerrados en las sedes de los partidos, no se han enterado de lo harta que está la gente de sus cambios de cromos para vivir del cuento, de cómo les tiene calado el personal. Y me llaman desleal.

 Se ha degradado tanto esto de los partidos políticos que he visto cosas que me repugnan, como esos grupos de afiliados, con una tropa de parientes incluidos, que sólo tienen como objetivo que el chico o la chica sigan de candidatos a la alcaldía, aunque sean desastres comprobados y garantizados, o de diputados y senadores que, año tras año, sólo sirven para calentar el escaño. Pero, es de los nuestros, dicen, y a eso le llaman lealtad al partido, sí señor, pero que mucha lealtad. Y yo, que digo, como piensa todo el mundo, que hay que echar a gorrazos a esa panda de inútiles, soy un desleal, claro. Y lo seguiré siendo, porque, para mí, un tonto es un tonto y un aprovechado es un aprovechado, aunque sea de mi partido, y un vago es un vago, y un candidato al que no pueden ver ni en su casa, pues eso. Y presentar como candidatos tontos, vagos, aprovechados y rechazados eso si que es una enorme deslealtad, primero para la gente a la que van a representar y, en segundo lugar, para el partido al que, como podemos comprobar, no paran de hundir cada día un poco más. Y yo soy leal con la gente y con mi partido al no hacer como que no veo lo que veo. ¿Entendido, colegas que me criticáis?

 ¿Qué yo soy un desleal? Les voy a decir un par de cosas a estos leales al cocido gratis. He sido candidato a alcalde por el PSOE en nueve ocasiones y en todas conseguí mayoría absoluta, incluida la primera, cuando a los socialistas en estas tierras se nos consideraba como a extraterrestres, en el mejor de los casos. Así que le di al PSOE nueve mayorías absolutas, una tras otra, y eso que en algunas ocasiones votar al partido socialista con las cosas que veía la gente en la tele, 'roldanes' incluidos, para muchos vecinos no resultaba fácil. Así que tienen poca autoridad para callarme esos parásitos de las sedes, por mucho que los envisque ese que vive y trabaja en Madrid, pero cobra aquí, en las Cortes de Castilla y León, del dinero de los castellanos y leoneses.

 Ese soy yo, ahora veamos quiénes son éstos. Si no lo hacen los medios de comunicación, habrá que empezar por libre a contarle a la gente qué hace en Madrid cada diputado y cada senador, con detalle, día a día, qué hace éste o aquel, uno a uno, que salen muy caros, y habrá que preguntarse en voz alta qué misterio hay para que se presente una y otra vez en las ciudades de esta Comunidad a candidatos que ya sabemos que ganarán cuando las ranas críen pelo. He llegado a ver, como todo el mundo, que un candidato al Senado hacía las mismas trampas contra los otros dos candidatos de su partido en dos elecciones, a la luz del día, y ahí sigue como uno de los leales. Diputados, senadores y procuradores que se han especializado en ruedas de prensa, mes a mes, en lasque cuentan milongas, repiten los mismos argumentos que ya conocemos todos, se van a Madrid o a Valladolid como quien va a la feria a verlos toros y a vivir, que son dos días, hasta la próxima elección, para lo que tienen bien controlada la sede del partido, a eso si le dedican tiempo. Estos son los leales, tan leales que, como sigamos así, son capaces de liquidar un partido que otros pusieron en pie con mucho sacrificio durante muchas décadas desde que lo fundara Pablo Iglesias.

 Hay algunos caraduras del sistema que se empeñan en-decir que hacer críticas internas divide a los partidos. Estoy convencido de que la división real ya se ha creado entre la sociedad y los partidos y sindicatos. La gente está harta de veros. La gente está harta de votaros. La gente está harta de vuestras componendas.

 En España, queridos amigos, se ha creado un sistema político en el que, en la derecha y en la izquierda, se considera lealtad al partido político esconder las vergüenzas propias, que ya vemos que son tantas que están inundando el país de mierda. Ahí están los correos de Blesa, los Consejos de lascadas con sus preferentes, las fiscalías corruptas y tanta porquería que ahora sale de golpe, y todos leales con las familias. Ahí siguen en los consejos de administración de las eléctricas, forrándose, viejas glorias del PP y del PSOE, y en uno y en otro partido te salen cantamañanas que te dicen que hay que tapar la mierda por lealtad. Lealtad hasta que hundan España y, de paso, a sus propios partidos. Ahí está cómo se han puesto de acuerdo, en eso sí, para repartirse los puestos del Consejo General del Poder Judicial, todos, incluidos los de Izquierda Unida ,y ahora dice Elena Valenciano que Gallardón es un facha, dos días después de repartir con él los cromos. Así que, por mi parte, seguiré siendo desleal con tanto golfo; con tanta chatarra como hay que retirar de la circulación, para intentar ayudar a recuperar un país que está muy malherido, amigos.

1 comentario:

  1. Ole y ole! Mejor dicho imposible. Aquí con quien se tiene que ser leal, es con los ciudadanos a quienes representa, y punto.

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