Hoy en nuestra ciudad y en nuestras carreteras sigue
vigente la esclavitud y se sigue llamando prostitución. En la ciudad de
Valladolid hay, al menos, 200 mujeres prostituídas aunque su número es mayor y
difícilmente determinable debido a la clandestinidad con que se produce (un 60%
se ejerce en pisos). Un reciente informe de ACLAD confirmaba que el perfil de
la prostitución en Valladolid es el de una mujer extranjera, joven, sin
estudios, pobre y con hijos a cargo.
La prostitución es un negocio que mueve 2500 millones de
euros al año en España. Prostitución y trata de personas están íntimamente
unidas. La complicidad y el silencio de la sociedad lo perpetúan. La prensa y
muchas páginas en internet participan del negocio incluyendo anuncios de
prostitución.
Los poderes públicos sólo quieren quitar de la vista esta
situación con la excusa de proteger a los menores o de garantizar la seguridad
vial, pero sin perder el negocio; persigue a las mujeres pero no a los
proxenetas que se enriquecen con este comercio. Y al mismo tiempo, el gobierno ha decidió incluir en el cálculo del
PIB el producto de la prostitución (un 0,35% del PIB) junto con el del tráfico
de drogas y el del tráfico de armas. Con esta medida los poderes públicos
legitiman la esclavitud en el siglo XXI.
No podemos considerar la prostitución como un trabajo
porque va contra la dignidad de la persona y degrada a toda la sociedad, porque
es un atropello a las personas más vulnerables. Nadie nace para prostituta, ni
nuestras hijas, ni las hijas de los empobrecidos que son explotadas en nuestro
país.
30 de julio, día internacional contra la trata
No hay comentarios:
Publicar un comentario