Nos encontramos ante un momento político y económico difícil para la sociedad, especialmente para los empobrecidos.
En Castilla y León existen 230.000 parados oficiales, sabemos que son más, que las cifras oficiales maquillan la realidad. La tasa de pobreza se sitúa entre el 20 y el 25% de la población, según los datos de Cáritas. En nuestra comunidad se producen casi 3.000 desahucios anuales... Y si levantamos la mirada alrededor, vemos cómo el hambre y la explotación crecen...
En nuestra comunidad asistimos al gobierno del Partido Popular desde hace 25 años, la gran mayoría de ellos con mayoría absoluta. En el gobierno central hemos pasado de 8 años de gobierno del PSOE a una mayoría absoluta del PP hace 4 meses. Ambos partidos nos han traído hasta donde estamos y ahora quieren vendernos sus recetas ante la crisis. Falsas recetas de quien ha contribuido a la “enfermedad”.
El PSOE quiere vendernos una salida socialdemócrata a la crisis. Pero no la hay. La socialdemocracia hace tiempo se convirtió en taller de reparaciones del imperialismo. Posteriormente no ha sido más que un instrumento de ese mismo imperialismo, al que no trataba de reparar, sino de ampliar y profundizar. El tan defendido “Estado del Bienestar” no ha hecho sino amaestrar ciudadanos y convertirlos en clientes.
Las recetas del Partido Popular también son de sobra conocidas: medidas neoliberales, reformas laborales para ampliar la explotación y así competir con países esclavistas como China...
No habrá salida liberal ni socialdemócrata a la crisis que no pase por mayor explotación. Por eso es imprescindible otra respuesta.
La mirada a nuestros orígenes castellanos y leoneses nos muestra una salida a toda esta situación. Esta es la tierra de los concejos, de la vivencia primera de la democracia. Esta es la tierra de los comuneros, que exigieron protagonismo en la vida política frente al autoritarismo imperial. En esta tierra la historia sembró semillas de autogestión, de protagonismo personal y colectivo en la vida política y económica.
La revuelta comunera se inició por el rechazo popular a la conducta de los procuradores que, sirviendo a los intereses del emperador, votaron contra el pueblo en las Cortes reunidas en Santiago y La Coruña. Hoy también padecemos unas Cortes que sirven a los intereses de la banca, gran emperador de hoy, puesto que todos los partidos con representación parlamentaria tanto regional como nacional, están endeudados con la banca
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Ahora es momento de recrear una acción política desde la sociedad, sin dependencias de nuevos emperadores. Es hora de construir partidos que se autofinancien con las cuotas de sus militantes.
Ahora es el momento de hacer crecer la autogestión, de regar esas semillas de libertad sembradas en estas tierras. Es hora de dejar de ser clientes, para ser protagonistas. No es el momento de pedir participación sino de ser protagonistas.
Hoy, al igual que en 1519, hay un imperialismo que trata de dominar todo. Como afirmó Thomas Sankara: “los que quieren explotar a África son los mismos que explotan a Europa” Hoy, hay más razones que en 1519 para hacer crecer la solidaridad. El mundo será autogestionario o no será.
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