La cooperación resiste mejor a la crisis. No nos referimos a la cooperación al desarrollo, sino al modelo de empresa que son las cooperativas.
Esa parece ser la conclusión de la noticia que ayer nos ofrecía Teresa Lapuerta en El Norte de Castilla.
Los datos son elocuentes: De las ochenta cooperativas que existían en Valladolid en 2008, actualmente existen... las mismas. Sin incluir a las cooperativas agrarias ni a las de crédito, ni las de vivienda.
¿Qué es lo que hace que las cooperativas resistan mejor a la crisis que otras empresas? La respuesta nos la ofrece Juan Luis Córdoba, técnico de cooperativas en Castilla y León, en el reportaje antes mencionado: "La clave de la pervivencia está en el modelo de empresa, mucho más horizontal.
Si la cosa va mal, los cooperativistas rebajan sus condiciones pero siguen con el negocio para mantener su empleo. Es habitual, por ejemplo, que cooperativistas que en tiempos de bonanza cobraban tres veces lo que un trabajador de igual capacitación en una sociedad limitada, ahora han visto su sueldo reducido a un tercio". Y continúa: "No son experiencias faraónicas, sin pequeñas iniciativas empresariales, con tres o cuatro o cinco trabajadores, que deciden asumir riesgos en condiciones de igualdad y sacar adelante un negocio democrático"
El sistema político, el educativo... han puesto empeño en alentar un individualismo que no da respuesta a los problemas de hoy día.
El cooperativismo es autogestión. Es socialización de la vida. Extender el espíritu cooperador a toda la sociedad, a todas las dimensiones de la persona, es tarea de aquellos que creemos que la persona debe ser el centro de la política y de la economía...
Diego Velicia
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