Ya se cerraron los plazos de presentación para el programa "Conciliamos" de 2019. Este año, la novedad está en la ampliación a los sábados. Cada vez se confirma más que no se trata de conciliar la vida familiar y la laboral, sino que la vida familiar no estorbe a la laboral,
que se pueda aparcar a los hijos (con otros programas también se puede aparcar a los abuelos u otros familiares).
Queda demostrado que a la Administración de la Comunidad de Castilla y León, al igual que al resto de administraciones públicas les interesa más los trabajadores que las personas.
Conciliar es poder atender y educar correctamente a los hijos. No se trata de estar obligado a recurrir a estas medidas para poder conservar un empleo para poder sobrevivir y hacerlo a costa de lo que sea.
La precariedad aumenta y con ella unas condiciones laborales con horarios que no permiten prácticamente ver a la familia. En Castilla y León, el año pasado, las horas extras declaradas (las no declaradas serían muchas más, evidentemente) hubieran permitido contratar a 5.000 profesionales con el salario medio durante un año.
Conciliar no es deshacerse de los hijos, conciliar es otra cosa y para eso es necesario un sistema laboral que ponga a la persona en el centro, que retribuya a los trabajadores con salarios justos, que garantice unas condiciones laborales dignas... que constituya un sistema humano.
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