El pasado lunes 8 de agosto se celebró en Valladolid un sencillo homenaje a una gran figura, la del que fue Alcalde de la ciudad en la época de la Segunda República, fusilado recién comenzada la Guerra Civil.
La ciudad de Valladolid le debe mucho a Antonio García Quintana. Su testimonio de pobreza en la vida política y de solidaridad con los últimos es hoy más necesario que nunca en nuestra sociedad, como muestra de que es posible la acción política solidaria, lejos de la corrupción y la buena vida que caracteriza a la política actual. Por eso el Partido SAIn quiso rendirle este homenaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario